Acción social23/04/2025

La cultura como puente de libertad: un acto literario trascendente en el Centro Penitenciario de Jaén

Con motivo del Día Internacional del Libro, el Centro Penitenciario de Jaén acogió un acto literario que trasciende las paredes de la prisión para reivindicar el poder transformador de la cultura. La presentación del poemario “Versos de aceite», a cargo de Francisco Javier Cruz, responsable del programa de personas privadas de libertad de Cáritas Diocesana de Jaén, se convirtió en un símbolo de esperanza y reinserción.

Un encuentro que rompe barreras
El nuevo salón de actos de la prisión reunió a 60-70 internos de los módulos de respeto y de mujeres, quienes compartieron un espacio de reflexión y belleza a través de la poesía. El encuentro, organizado con el apoyo de Cáritas y la Fundación Don Bosco de Jaén, contó con la participación de voluntarios y monitoras que trabajan diariamente por la rehabilitación de los reclusos.
Al finalizar la lectura, el autor donó dos ejemplares del libro a la biblioteca del centro, gesto que refuerza el compromiso con la educación y el crecimiento personal dentro del sistema penitenciario.

La literatura como herramienta de cambio
“Versos de aceite”no es solo un libro; es un testimonio de que las palabras pueden sanar, liberar y abrir nuevos caminos», destacó Francisco Javier Cruz durante su intervención. Este acto no solo celebra la lectura, sino que subraya la importancia de acercar la cultura a todos los espacios, incluso aquellos donde la libertad física está limitada.

Agradecimiento y compromiso social
Desde la organización, se extendió un agradecimiento especial a la dirección y a los maestros del Centro Penitenciario por su colaboración y por facilitar iniciativas que humanizan el sistema penitenciario. Encuentros como éste demuestran que la reinserción es posible cuando se apuesta por la educación, el arte y la dignidad de las personas.
En un mundo donde las segundas oportunidades escasean, la cultura se erige como un faro de transformación.
Hoy, el Centro Penitenciario Jaén II ha sido escenario de un pequeño pero significativo paso hacia la libertad interior.