Un día en la finca Los Álamos
Mayores de la Casa Hogar Andrés Cristino de Andújar, del Programa de Mayores de Cáritas Diocesana de Jaén, participan en la recolección de aceituna en el marco de la apuesta por el modelo de atención centrada en la persona.
El año 2019 finalizó con una de las actividades más significativas de los residentes de la casa hogar de Andújar. Se reencontraron de nuevo con una de las tradiciones más propiamente dicha de un jiennense. Durante la mañana, nos trasladamos con dos de nuestros residentes Moisés y Juan Manuel, a la finca “Los Álamos”.
Moisés reconocía los carriles puesto que cada día pasaba por la puerta de la finca para ir a trabajar y Juan Manuel recordaba la finca perfectamente puesto que uno de sus primeros jornales cogiendo aceituna fueron en la misma. Muchos años vividos, pero hoy volvemos a retomar esos recuerdos pasados que se vuelven hacer presente.
Moisés, aunque dolorido de una pierna y sin mucha esperanza de poder coger mucha aceituna se sorprendió al servirse de una pequeña banqueta que bajo una gran oliva pudo recoger un buen cubo. Juan Manuel no necesitaba a nadie, sabía perfectamente moverse y elegir todas y cada una de las aceitunas que días después estaría en la mesa de la casa hogar.
Nuestros cubos, nuestras manos y un día radiantes de sol, sin duda, regalo del mismo Dios.
Nuestro compañero Toni encargado de la finca, fue un gran anfitrión. Nos acompañó durante una parte de la mañana puesto que debía continuar con su labor. Tras la recogida de nuestra colecta y como Dios manda montamos nuestra zona de descanso sin que faltase un buen aperitivo para recargar fuerzas. Tras el canto tradicional regresamos a casa y preparamos nuestros barreños y garrafas para proceder a machacar nuestras aceitunas. Nuestros voluntarios del programa de Intercambio Intergeneracional, nos acompañaron en esta labor, Adriana e Irene.
Nuestra residente Carmela también se unió a la tarea, recordando sus tiempos mozos en los que recogía la aceituna de las olivas que tenía plantadas en su viña de Sierra Morena por la Alcaparrosa.Después de un par de semanas cambiando el agua a nuestras garrafas de aceitunas, una actividad de reminiscencia hizo que recordaran los aliños necesarios para que una de las garrafas se aliñara en adobo y otras con sal e hinojo.
Con la ayuda de nuestra cocinera Marci, finalmente hemos podido degustar una de las tradiciones más arraigadas a nuestra tierra como son las aceitunas aliñadas, plato esencial en nuestra mesa.