Noticia27/04/2022

Cáritas Andalucía lamenta la muerte de Mohamed Alam en el asentamiento de Lepe a causa de un incendio

Desde Cáritas Diocesana de Jaén nos adherimos al pesar por esta nueva muerte de un inmigrante y denunciamos las trágicas consencuencias de estas situaciones de máxima vulnerabilidad.

Cáritas Regional de Andalucía lamenta el fallecimiento a causa de un incendio de Alam, un chico de 27 años originario de Marruecos que vivía en el asentamiento chabolista de Lepe y se adhiere al comunicado que Cáritas Diocesana de Huelva ha emitido al respecto.

Desde Cáritas llevamos alertando, desde hace varios años, sobre la situación de vida insostenible de estas personas. Las condiciones de falta de acceso a derechos, el agravamiento emocional y la perpetuación de condiciones de exclusión social tan severas y prolongadas en el tiempo agravan, más si cabe, la realidad de estos asentamientos chabolistas y de las personas que malviven en ellos.

Las Cáritas Diocesanas de Huelva y de Almería llevan años alertando y denunciando la vulneración total de derechos humanos a la que se ven sometidas miles de personas que malviven en estos asentamientos y que, a fecha de hoy, siguen poniendo rostro a una de las realidades de exclusión más duras que se dan a nivel autonómico, nacional y europeo.

Con el fin de que estas tragedias no sean olvidadas, hemos recopilado los incendios que se han producido entre los años 2020 y 2022 en los asentamientos de Huelva y de Almería, cerrando el listado con el incendio acontecido la semana pasada en la provincia de Huelva:

  • 14 de abril de 2020, incendio en el asentamiento del Polígono San Jorge en Palos de la Frontera (Huelva): 80 personas
  • 12 de julio de 2020, incendio en un asentamiento de infraviviendas de la zona del Camino de Santa Catalina en Lucena del Puerto (Huelva): 25 personas
  • 13 de julio de 2020, incendio en un asentamiento en Lepe (Huelva): 65 personas
  • 13 de julio de 2020, incendio en otro asentamiento de Lepe (Huelva): 150 personas afectadas.
  • 17 de julio de 2020, tercer incendio en el asentamiento situado en el Camino del Córchelo de Lepe (Huelva): 150 personas
  • 30 de agosto de 2020, incendio en el asentamiento ubicado detrás del cementerio municipal de Lepe (Huelva): entre 8-10 infraviviendas quemadas en su
  • 2 de diciembre de 2020, incendio en el asentamiento de La Paula (El Viso, San Isidro de Níjar): 200 personas
  • 13 de febrero de 2021, incendio en el asentamiento de Atochares (Campohermoso, Níjar): 400 personas
  • 19 de febrero de 2021, Incendio en el asentamiento del Polígono San Jorge de Palos de la Frontera (Huelva): 400 personas
  • 16 de mayo de 2021, incendio en un asentamiento del polígono de San Jorge de Palos de la Frontera (Huelva): dos personas resultan heridas y 180 personas
  • 19 de mayo de 2021, Incendio en el asentamiento de El Bosque en Lucena del Puerto (Huelva): fallecen dos personas, una mujer y un hombre a causa del incendio y otras 12 persona
  • 23 de mayo de 2021, Incendio en el asentamiento de Los Nietos/ Gualili (Níjar, Almería): un hombre de 45 años herido y 200 personas
  • 17 de junio de 2021, incendio en Atochares (Campohermoso, Níjar): 150- 200 personas
  • 29 de marzo de 2022, incendio en Oualili (Los Nietos o también conocido como el Cruce): 20 chabolas quemadas totalmente, un hombre con quemaduras en la mano y entre 30 y 40 personas
  • 21 de abril de 2022, Incendio de una chabola, en el asentamiento de Lepe, Huelva, con el fallecimiento del joven marroquí, Mohamed

Además de las insustituibles pérdidas humanas, estos incendios han provocado que las personas afectadas se queden sin nada, pierdan su documentación o las pruebas para conseguirla, así como los ahorros de años de trabajo para enviar a sus familiares, quedando sumidos en una situación de tristeza e impotencia, al verse desprotegidos y sin obtener ninguna respuesta adecuada a su situación.

Todas ellas han tenido que reubicarse en los habitáculos de otros compañeros al no tener ninguna alternativa habitacional. Lo que antes eran sus “viviendas deshumanizadas” se convierten rápidamente en montones de tierra vallados, para evitar que vuelvan a construirse nuevos asentamientos, pero tampoco se facilita el acceso a una vivienda normalizada que ponga fin a esta situación de infravivienda para estos trabajadores y trabajadoras imprescindibles para la agricultura de la zona. Todo ello atenta a los Derechos Humanos y a la Doctrina Social de la Iglesia.

Todos estos incendios sumados a la privación habitual de derechos (explotación laboral, infravivienda, exclusión residencial y discriminación) y la falta de respuesta por parte de las administraciones, son las que provocan las reflexiones que hemos mencionado anteriormente de las que hacemos denuncia con este comunicado.